Un dedal se convierte en un tiesto para albergar la tierra sobre la que se desarrolla un captus. O bien el dedal se hizo muy grande o el captus nació y creció en ese entorno.
(fotografías de Chema Madoz, Visítalo en: http://www.chemamadoz.com)
Cualquier objetivo para convertirse en logro sólo ha de apoyarse en la base adecuada.
Pero averiguar el tamaño al que hay que encajar el objetivo es la tarea más difícil. Si la base es muy pequeña nada óptimo podrá instalarse, si la base es demasiado grande lo esencial se diluirá, se perderá en aparatajes de medida equivocada. Un buen diseño debe "nacer" en la base sólida y adecuada para ser desarrollado, ajustando en todo momento su tamaño como concepto a su base como objetivo.
La adaptación al medio en el que nos movemos, debe ser la premisa sobre la que construyamos nuestros diseños.
Una idea de buena talla que nace en la base correcta, crece, se desarrolla y se contempla siempre con sensatez, aunque su originalidad la hace distinta. Una idea sin objetivo no nace, ni crece, ni se desarrolla, sólo se implanta unas veces o se impone otras, no tiene medida.
